Hay adquisiciones que demandan muchas decisiones previas. Muchas elecciones correctas para que el resultado final sea, desde luego, beneficioso para nuestros intereses.
En las casas modulares, una de las decisiones más importantes que debes tomar es la de elegir el material de construcción de tu nuevo hogar.
Un material que sea de tu agrado, que esté dentro de tu presupuesto, y que según la empresa con la que trabajes, sea el idóneo para el clima, la región, el terreno y las características de tu vivienda.
No es una decisión fácil, y en ocasiones, lo que significa una ventaja para otros, puede ser una desventaja para ti.
Aquí hablamos sobre cómo los materiales más populares (hormigón y metal) pueden ser beneficiosos o perjudiciales, dependiendo de tu caso.
El hormigón y el «boom» de las casas modulares
En Box House, como fabricantes y diseñadores de hogares de ensueño bajo los principios de la construcción modular, sabemos de primera mano sobre la historia de este tipo de construcciones en todo el mundo.
Por tal razón, es imposible no mencionar que el hormigón ha sido el material que ha catapultado a las construcciones modulares de lujo a un nivel de popularidad más alto.
Digamos: ha sido el material que ha desatado el boom de las casas modulares.
Y es que, en un inicio, la madera era el material idóneo para las casas modulares prefabricadas.
La madera es más barata que el hormigón. Es más liviana, más fácil de transportar y más fácil de trabajar en una fábrica antes de su ensamblaje.
A pesar de esto, la madera no resultaba el material ideal en todos los casos. El clima, la estructura y sus ambiciones dimensionales, así como los cuidados adicionales requeridos para mantenerse en buen estado, hicieron que se convirtiera en un material secundario.
Cuando se necesitaron estructuras más robustas, con aspiraciones a hogares de lujo, a chalets de primer nivel, la madera se utilizó como un material de apoyo, para techos, ventanas, puertas y poco más.
El hormigón se convirtió en el material estrella.
Más robusto, fácil de realizar en moldes, y luego las piezas resultantes se trasladaban, como piezas de LEGO, al lugar de ensamblaje y se montaban con una grúa.
Proceso cansino, pero más seguro y duradero para quienes querían un hogar de primer orden.
Proceso, además, mucho más costoso.
Fue entonces cuando apareció el metal.
Las casas prefabricadas de metal: ¿Las mejores?
Box House es una de las pocas empresas en España que se especializa en construcciones modulares a partir de piezas o módulos de metal.
¿Por qué decidimos trabajar con este material antes que con cualquier otro (madera, hormigón)?
Por todas las ventajas que aporta.
El metal es un material más flexible para el trabajo. Además, es mucho más liviano tanto para el armado como para el transporte.
A diferencia del hormigón, el metal no sufre grietas o fisuras por los movimientos del terreno, sin importar que la construcción tenga 50 o 100 años de antigüedad.
El metal, a diferencia del hormigón, es un material que permite crear ambientes pasivos: sin dependencia excesiva de la energía eléctrica para mantener una temperatura agradable en los espacios.
Por eso es considerado uno de los materiales del futuro en la construcción de hogares modulares, prefabricados y pasivos.
A pesar de su liviandad, el metal puede ser igual o más resistente que el hormigón, a la vez que menos pesado sobre el terreno. Por tanto, se pueden hacer estructuras complejas, altas, sin riesgos de ningún tipo.
Hablemos de materiales y dinero
Una construcción de hormigón tiene un precio similar a una construcción convencional en el mercado inmobiliario tradicional.
En cambio, una construcción con módulos metálicos (como las que fabricamos en Box House) es 40% más barata -como mínimo.
Por eso, el metal es el material del futuro de este tipo de hogares.
El ahorro energético es también un aliciente importante, ya que permite ahorrar en promedio 1.500 euros anuales en la factura de electricidad. Esto sin tener en cuenta la construcción de hogares pasivos, donde el ahorro puede ser mayor gracias a la capacidad aislante del metal.
No requiere mantenimientos, lo que se traduce en ahorro de coste.
No requiere de mayores recaudos en el traslado, lo que se traduce en ahorro de dinero por fletes.
Es un material más bondadoso para los acabados, y se combina muy bien con los demás materiales secundarios (cristal, acrílicos, madera, el mismo hormigón), sin perder estabilidad, dureza y arte.
En Box House, tenemos nuestro ganador
Sí. Nos quedamos con el metal.
Aunque utilizamos todo tipo de materiales, según las condiciones que demande el proyecto y según las condiciones que ponga nuestro cliente, la mayor parte de nuestro trabajo se realiza con módulos metálicos.
Brindan mayor estabilidad al largo plazo, a la vez que permiten ahorrar dinero a nuestros clientes, siendo proyectos de lujo a precios menores que en la mayoría de empresas de nuestro sector.
¿Te gustan las casas prefabricadas de metal? ¿Comenzamos?
